Dominio de Pinea, nuestro TERROIR
Un secreto a la vista de todos
Exigente


Extremo
Adverso
Excepcional


«No podemos hablar de un gran vino sin hablar de un gran terroir. La base de todo es la tierra. Y en ese sentido una de las cosas más importantes es la mano del hombre, cómo nosotros acompañamos a la vid durante un montón de tiempo hasta encontrar esa expresión que nos identifica y que podemos ayudar a transformar en algo inolvidable».
Andrés Vignoni, Enólogo asesor de Pinea
Las claves de un terroir privilegiado.
Al sur de la vieja Europa, en la histórica región española de Castilla y León, se encuentra la Ribera del Duero.
Una tierra privilegiada que, a una altitud promedio de 900 metros sobre el nivel del mar, nos da las condiciones perfectas para crear algo inolvidable.
Extensión del Dominio de Pinea
35Ha
Características Generales
Variedad de altitudes, pendientes y texturas de suelo, desde arenosas hasta arcillosas, pero con abundante presencia de piedra caliza.
Parcelas
9 parcelas con distinta orientación y edad de las vides.
- A esta altura las viñas se benefician de casi 360 grados de exposición y de la riqueza de diferentes tipos de suelo, pero generalmente son suelos arenosos con abundante riqueza de contenido calcáreo.
- Estos suelos y el duro clima de la zona proporcionan a nuestras uvas y vinos una personalidad muy genuina.
- Los sistemas de enraizamiento profundamente estructurados permiten que las vides se desarrollen bajo temperaturas extremas y sin irrigación artificial.
- Los abruptos cambios de temperatura, desde inviernos fríos y nevados hasta días de verano muy calurosos, y la enorme fluctuación de temperatura entre el día y la noche durante la época de maduración, convierten al Dominio de Pinea en un lugar único donde la uva Tempranillo expresa su carácter como en ninguna otra parte del mundo.
Nuestro escenario de elaboración: La Ribera del Duero

- Una tierra compleja y única. Una tierra de vino, arada por el paso de los años y por condiciones muy estrictas. La Ribera del Duero configura nuestro carácter y, a la vez, nos permite buscar nuestra propia esencia.